Por Sebastián Arias Zuluaga
sariasz@ucentral.edu.co
Hace unos días viví una experiencia singular, andaba por la estación Av. Rojas en la troncal de la calle 26 de Transmilenio, y en ese momento por la puerta del articulado entró un joven junto a su perrita Sacha, nos contó una pequeña anécdota sobre diferentes situaciones que lo habían llevado a tener que ir al transporte público para buscar un sustento diario, sin embargo, lo curioso viene en el momento en el que la mascota es quien se lleva toda la atención de nosotros.
Sacha la perra matemática
Sacha es una perrita que acompaña a su dueño en el transporte público por Bogotá, para sorprender a todos con su habilidad de saber sumar, restar y diferenciar los colores, un espectáculo maravilloso la primera vez que lo ves. Recuerdo que lo primero que le pregunta el cuidador a Sacha fue una suma matemática, bastante básica para cualquier ser humano, pero para una canina parecía completamente imposible.
No recuerdo a ciencia cierta cuál fue la operación que mencionó, pero era algo similar a: “Sacha cuánto es 2 más 1” y la perrita respondía con tres ladridos, después “Sacha cuánto es 5 menos 3” y ella ladraba dos veces. No sólo eran operaciones matemáticas, también diferenció los colores cuando el dueño le dijo sí tengo la chaqueta azul ladra 5 veces, si la tengo verde ladra 2 veces, y efectivamente lo lograba.
El acto final fue adivinar el último número del bus en el que íbamos, que en ese caso era la ruta “M86”, como era de esperarse la perrita ladró 6 veces. Sin embargo, ahí me di cuenta de algo, Sacha ladró 3 veces, hizo una pausa y después lo hizo otras tres. Por ese pequeño detalle me surgió la duda sí ese show era algo real o solamente es una clase de truco, así como la magia.
¿Son capaces de resolver operaciones?
Para responder esta pregunta haremos uso de dos fuentes, la primera es en la página Metro World News, en la que nos hablan sobre que realmente los animales no logran realizar operaciones matemáticas, sino más bien, son capaces de leer señales corporales humanas, que posiblemente en el momento del espectáculo nosotros como espectadores no las captamos.
Para entender un poco más la idea, al no poder hablar directamente con los caninos, se hace uso de la mirada para indicar lo que se está pensado. El espectáculo se basa en que mientras el animal está mirando a la persona, este esconde detrás de una pantalla dos galletas. Después de un momento, la persona retira la pantalla y si en lugar de dos galletas el perro ve tres o una, este queda asombrado. Con esto podemos explicar que el perro tiene una capacidad de diferenciar el 1,2 y 3.
Algunos afirman que los animales no tienen capacidades racionales que les permitan analizar procesos matemáticos como realizar sumas restas o demás procesos algebraicos, por lo que ellos llegan a deducciones por sus instintos alimenticios al ver ciertos patrones repetitivos, poniendo un ejemplo, cuando una animal salvaje al momento de cazar ya sabe en qué momento su presa va a estar desprevenida por sus hábitos rutinarios.
Para responder directamente a la pregunta, ¿cómo es posible que los perros resuelvan operaciones matemáticas?, la respuesta sería que los perros no saben resolverlas, la verdad es que la persona envía una señal corporal muy leve. Dicha señal le avisa al canino que empiece o pare de ladrar o en algunos casos mover la pata. Por ello podemos deducir que los perros no son expertos resolviendo matemáticas, pero sí tienen una capacidad sinigual para leer señales corporales que a veces nosotros como seres humanos no podemos.
Inteligencia de los animales
Y por otro lado tenemos a Laura Cárdenas, médica veterinaria y zootecnista, quien nos brindó un conocimiento más amplio de los animales en general. Ella menciona que en su experiencia veterinaria, ha descubierto que los animales son muy inteligentes, y más aún sí los cuidadores les enseñan ciertas cosas. Específicamente en el caso de los caninos, ellos son catalogados como animales que pueden llegar a tener la inteligencia de hasta un niño de 2 años, y lo podemos ver evidenciado cuando estas mascotas pueden llegar a competir internacionalmente haciendo trucos o maniobras.
Además, los cerdos también son animales muy inteligentes, hasta pueden superar a los perros, teniendo la inteligencia de hasta un niño entre 3 y 4 años. De igual forma, en su experiencia con ganado bovino, afirma que las vacas cuentan con una muy buena memoria, pueden reconocer o diferenciar cualquier ser humano que los ha tratado bien o mal; por ejemplo, sí uno de estos animales ha sido maltratado, puede recordar a la persona y llegar a atacarlas.
Por parte de los caballos, son capaces de percibir el miedo, en este caso específicamente de su montador, y pueden actuar de una manera u otra. Nos da el ejemplo de las cabalgatas, sí el caballo percibe confianza en quien lo va a montar, actuará normal, pero en el caso contrario, el animal puede tirarlo fácilmente y causar algún accidente. Por último nos recuerda que los animales son muy inteligentes, en muchos casos los subestimamos y no sabemos el potencial que hay en ellos.
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