Por Jose Escobar Romero
Cada 8 de marzo, el mundo se congrega en torno a las conmemoraciones y reconocimientos por el Día Internacional de la Mujer, y por eso, desde Noches de Película y Concéntrika Medios, nos unimos para honrar el esfuerzo, la dedicación y la memoria a todas aquellas mujeres que, a través de diferentes roles en las películas, han luchado a lo largo de los años para lograr cambios de calado en la industria cinematográfica. Esta ha sido una gesta que ha tomado varias décadas, pero que, en la actualidad, gracias a las iniciativas de las nuevas generaciones, se siguen aportando esfuerzos para avanzar en la búsqueda de la igualdad de oportunidades para ellas en un terreno que ha sido tradicionalmente dominado por las masculinidades y la sexualización de las mujeres.
Si nos detenemos para fijar la mirada en nuestro país, es grato encontrarnos con nombres como los de Marta Rodríguez, directora del documental Chircales; Camila Loboguerrero directora de la biopic María Cano; Amanda Sarmiento, productora del documental Señorita María, la falda de la montaña; Cristina Gallego, productora de la película El Abrazo de la Serpiente, nominada al Oscar en el año 2016 en la categoría de Mejor película de habla no inglesa; o Vicky Hernández, destacada actriz en cintas tales como La Estrategia del Caracol o Crónica de una Muerte Anunciada, por mencionar sólo a algunas, quienes marcan importantes hitos en la historia del cine colombiano, no sólo por su talento, sino por reivindicar la presencia del género femenino en una industria dominada durante años por la escasez de recursos y por la labor de los hombres.
Es de reconocer que la lucha por abrirse un espacio de representatividad en la industria audiovisual de Colombia, tanto de las mujeres como de los colectivos en pro de la igualdad de derechos, ha generado algunos avances, el panorama de paridad en la industria aún desfavorece a las mujeres. El Movimiento MUSA de Mujeres del Sector Audiovisual de Colombia y el laboratorio Killary CineLab revelaron que “en el país solo hay 39 % de mujeres directoras de arte, 28 % de productoras, 23 % de montajistas, 17% de guionistas, 13% de directoras, 10% de sonidistas y 6% de directoras de fotografía”. Estas agrupaciones han generado alertas con respecto al hecho de que algunas mujeres que han logrado superar las barreras e insertarse en la industria del cine, “se han visto enfrentadas a todo tipo de situaciones de abuso, acoso y discriminación por el hecho de ser mujeres, así que la revolución también incluye la lucha por seguir abriéndose espacios en la industria y pelear por los derechos de quienes han sido vulneradas en el cine colombiano”
Para Laura Mora, directora de la cinta Matar a Jesús (ganadora de la Mención Especial de Nuevos Directores y del Premio Eroski), “Las mujeres en el cine colombiano —las que son representadas y las que ponen en escena— han evidenciado la complejidad de nuestra situación política, la diversidad de nuestro territorio, la huella de un país azotado por la guerra, la vida y sus dificultades más íntimas”, lo que valida la importancia de esta representatividad de lo femenino, no sólo en el desarrollo de proyectos cinematográficos, sino en la construcción del tejido social en un sentido amplio.
Los logros alcanzados
En palabras de Luz Amanda Sarmiento, Subdirectora de fomento nacional de Proimágenes Colombia, los mayores logros obtenidos por las mujeres en la industria cinematográfica de nuestro país se representan en la posibilidad que tienen hoy las mujeres de ocupar cargos y desarrollar roles directivos, tanto en la gestión como en la realización, pasando por liderazgos creativos y técnicos, roles que antiguamente se consideraban destinados a los hombres, por ejemplo “no es muy usual pensarse en una mujer como directora de fotografía, por que parece que es una experticia muy técnica, por que hay que cargar con un aparato, por que hay que tener conocimientos o habilidades físicas… hay todavía una serie de estereotipos ahí que se han venido rompiendo, pero todavía falta un montón.
Precisamente, al respecto del rol de las mujeres en cargos recurrentemente destinados a los hombres, tales como la dirección de fotografía, que menciona Amanda, o la dirección general, nuestros colegas de Noches de película, en su emisión especial dedicada al reconocimiento de las mujeres, destacaron los nombres de mujeres que han hecho carrera en estos lugares y desde los que han logrado incluso obtener premios tales como los que otorgan los sindicatos, e incluso la Academia de Hollywood, entre quienes se encuentran las directoras de fotografía tan renombradas como Charlotte Christensen, Rachel Morrison o Sharon Calahan. Para escuchar sobre estas mujeres destacadas puede acceder a la emisión del programa dando click aquí.
Frente a las oposiciones que han tenido que sortear las mujeres para llegar a conseguir estos logros y posicionamientos, es de anotar que durante mucho tiempo las mismas mujeres naturalizaron lugares de dependencia e incluso no lograban reconocer las conductas de sus compañeros como actos machistas, dado que se consideraban como comportamientos regulares, no obstante, con el pasar de los años, las dinámicas han cambiado y se han ajustado a los contextos de inclusión, equidad e igualdad de las últimas décadas, frente a los que la Subdirectora afirma que “las generaciones más recientes tienen una sensibilidad y un conocimiento distinto” lo que les permite reconocer cuando una situación representa un hecho violento, desigual o machista, lo que no sucedía con generaciones anteriores en las que apropiaban dichos comportamientos como correctos, por lo que es importante reconocer que los diálogos intergeneracionales tienen aún múltiples posturas de apropiación frente a los hechos de equidad.
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