Mariana Hernández López.
mhernandezl5@ucentral.edu.co
La contaminación por el plástico está afectando la naturaleza y la salud de los seres humanos. 8.3 millones de toneladas de residuos están esparcidos por todos los ecosistemas; lo que equivale a 80 millones de ballenas azules. El no reciclar se está convirtiendo en un grave problema; menos del 10% de estos residuos son aprovechados, se requiere de una mejor educación para la separación y reutilización de este material, que genere un menor impacto en el cambio climático.
El impacto de este ha sido desgarrador; ha llegado a todas partes y si esto no mejora en 2050 habrá más plástico que peces en los ecosistemas marinos; se estiman 25 millones de toneladas esparcidas por el mundo, teniendo una mayor concentración en los océanos.
En el proceso de desintegración se dividen en micropartículas y se filtran hasta llegar a nuestros alimentos, cuando se quema derivan químicos, llegando a la piel. Ponen en riesgo la biodiversidad de los ecosistemas y en el peor de los casos se están formando montañas de plástico.
Laura Quiñones, en un artículo publicado el 5 de junio de 2018 en Noticias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) medio ambiente, dijo “Si no se toman medidas, para el 2050 existirán cerca de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en vertederos y en el océano”; Está en la sociedad, si decide dejar el plástico a un lado y hacer conciencia colectiva del proceso adecuado de reciclaje.
¿Pero cómo llega a nuestro organismo?, las medidas que se usan para deteriorar este material se tornan complejas; pues el proceso de reciclaje no se está haciendo de manera correcta. Las principales causas del consumo de plástico en los humanos, se debe a los residuos de empaques, botellas, utensilios, etc. Que Llegan a los mares; las fuentes principales proveedoras de agua para el mundo entero; generando micropartículas las que son serían consumidas por los peces; fuente de proteína para el ser humano; alterando la cadena alimenticia.
Cuando el agua pasa por el proceso de descontaminación no elimina estas partículas, por su tamaño, lo cual le permite pasar su paso por cualquier filtro. Estudios aseguran que el 90% del agua embotellada y el 83% del agua del grifo contienen micropartículas. Entre el 2015 y 2018 alrededor del mundo se detectó que 128 marcas de empaques de sal marina contenían de estas micropartículas. Pescado de la superficie, como la merluza, la sardina, el boquerón y el salmonete, contienen en su organismo estas micropartículas consumidas al pensar que es alimento alterando su metabolismo. La cerveza, investigadores encontraron fibras en cerveza alemana y estadounidense. Son solo algunos de los alimentos que poseen plástico.
Por otro lado, tenemos el suelo agrícola. Productos como los fertilizantes, pesticidas y semillas utilizan el plástico para su producción, ya que es el más barato en el mercado. De nuevo están presentes como micropartículas, en este caso se filtran en los suelos, reteniendo el agua y cambiando la estructura física.
Anna Bozzano, Fundadora de El Peix Plant y Responsable de Turismo Pesquero en la Asociación de Pescadores de Barcelona, asegura: “Entiendo que la población se ponga nerviosa cada vez que estos datos salen a la luz. El imaginario colectivo asocia el micro plástico al mar, pero realmente está en todas partes. Dentro y fuera del agua. Se ha hablado muchísimo de la contaminación plástica de los océanos sin que se sepa que la inhalación de plástico por el aire es de entre 3 y 15 veces superior a la ingesta de alimentos”
Poco se sabe de las enfermedades que se derivan del plástico. En cada fase del ciclo de vida existen riesgos que afectan la salud. El refinado y producción de resinas de plástico emite ciertas sustancias químicas que afectan el sistema nervioso y reproductivo, la extracción y transporte desencadena otras enfermedades como las cancerígenas e inmunosupresoras; La acumulación de plástico en las cadenas alimenticias, tanto agrícolas como marinas, causan enfermedades cardiovasculares. Una vez son productos de consumo y empaquetados, llevan a la inhalación o ingesta, causando enfermedades respiratorias. Por último el manejo de residuos de plástico, cuando son incinerados generan sustancias toxicas, contaminando el aire, agua y suelos, de tal manera que todos están expuestos a graves enfermedades.
Estas son algunas medidas que podemos tomar para librar los océanos de este material contaminante.
Separa los desechos de tu hogar para promover el reciclaje.
Evita el uso de productos de plástico de un solo uso, como cubiertos y vasos.
Evita comprar productos que vienen muy empacados.
Utilizar menos bolsas plásticas y las que uses reutilízalas
Cuando pidas domicilios pídeles que no traigan cubiertos ni vasos plásticos.
Utiliza botellas y contenedores de comida que puedas reutilizar.
Encuentra cuáles son las opciones que ofrece tu comunidad para reducir tu huella de plástico.
Educa a tus amigos y familia sobre la crisis del plástico.
Motiva a las escuelas a que les enseñen a los niños sobre esta problemática.
(recomendaciones brindadas por la ONU, en el día del medio ambiente, 5 de junio del 2018)
Claudia Marcela Gutiérrez Jara, Ingeniera ambiental y Asistente de La facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Central, opina: “Se debe concientizar a las personas con una mayor educación ambiental para que puedan contribuir al menos en 1%. Debemos hacer uso de los medios de comunicación, con un énfasis en las redes sociales para generar un cambio positivo”.
Artículo producto de ejercicios académicos. No es oficial de la Universidad y las afirmaciones u opiniones emitidas a través de ellos no representan necesariamente a la Institución.
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