Por Jennifer Estupiñan Manrique
En la nueva era tecnológica el amor se percibe como un sentimiento universal que trasciende las barreras del tiempo, el espacio, la cultura y el sentimiento, es un vínculo profundo que enfatiza la conexión, el respeto, la admiración y el compromiso. El sociólogo polaco Zygmunt Bauman en su libro publicado en 2003 Acerca de la fragilidad de sus vínculos humanos, plantea de manera exponencial el método en que los seres humanos cada día se vinculan de manera frágil, teniendo en cuenta que cada vez aumenta el desinterés por el compromiso y cercanía entre sí. Expone que amar es organizar la libertad que se encuentra impregnada en el otro y generar conectar aquel sentimiento de una manera indisoluble. ¿Cómo adaptar el amor en la era digital?
El amor romántico en la era digital se vive de manera espontánea, ya que hay una constante comunicación entre los individuos, hay mayor contacto con la pareja, en especial si viven lejos, en horarios diferentes, pueden compartir por medio de las distintas redes sociales intereses, gustos, opiniones y experiencias, incluso con otras personas u otras parejas. También puede ser una fuente de apoyo emocional, consejos, diversión, tener un contacto más directo y permanente.
Según la psicóloga Sofía Silva, las redes sociales influyen de manera negativa, consolida en las personas que consumen contenidos carentes de información científica, mitos del amor romántico, en donde prevalecen ideas, creencias que normalmente implican distorsiones de la realidad y que influye en el comportamiento, dichas creencias hacen que se mantengan relaciones poco saludables, adicionalmente fomenta el consumo de relaciones hetero normativas en donde el amor se debe dar y recibir de una única forma, mujeres y hombres deben contar con características físicas personales, comportamentales acordes a estereotipos anteriormente establecidos.
Puede poner en riesgo a la población más pequeña ya que hay un fenómeno de sobreproducción y difusión de contenido sugestivo que puede estar alcance de la infancia y adolescencia, sí no se tiene un control adecuado respecto a esto, podría traer graves consecuencias a futuro, aplica la violencia sexual cibernética, el robo de información personal, entre otros.
Un impacto muy importante que surge en las redes sociales es el fenómeno llamado “Ghosting” que se puede interpretar como la desaparición repentina de una persona sin explicación alguna; esto genera un dolor emocional, psicológico y puede llevar a la dependencia ya que no siempre se encuentra una razón cierta o un cierre por medio de las redes.
El artículo El amor y la era digital dossiernet analiza de diferentes maneras cómo se construyen y se mantienen estas relaciones amorosas de hoy en día, ya que la tecnología está cambiando por los hábitos y la importancia que tiene el amor en un mundo que se mueve cada día más en redes teniendo en cuenta que el 80% de las personas encuestadas en el artículo dicen creer en el amor y que puede durar para siempre planteándose la discrepancia entre el cuento de hadas y la realidad digitalizada.
La presión por encontrar el verdadero amor ha creado una montaña rusa emocional donde las personas buscan un ideal más inalcanzable donde las expectativas son imposibles de cumplir y donde nadie realmente está dispuesto a conformarse, 8 de cada 10 personas piensan que es mejor tomar su espacio o su tiempo para encontrar la pareja adecuada o se adapte a las expectativas que el mundo de la digitalización ha creado en el consumidor que comprometerse pronto con alguien con quien no quedaría para siempre.
En la columna de Milenio, amor digital por Verónica Bustamante el 42% de los adolescentes confiesa coquetear en redes y el 64% asegura que las aplicaciones han hecho a las personas más selectivas a la hora de decidir con quién salir, el 39% de quienes está en una relación admite que a veces se pregunta sí se puede encontrar a alguien mejor. Hoy es mucho más fácil coquetear y conocer gente por redes que el romance físico, gracias a las nuevas tecnologías hemos entrado a la era del coqueteo digitalizado, el 62% en Facebook, 32% en Instagram y 47% en X confiesa coquetear por estas redes.
Según el psicólogo Juan Camilo Mesa, cuando la tecnología invade el mundo del sujeto se transforman las relaciones sociales donde se pueden desarrollar sentimientos a través de conversaciones en chat y dependiendo de la manera de cómo se vea retroalimentado, sí el otro también responde de buena manera se intensifica aquel sentimiento dicho por experiencia propia dependiendo de la frecuencia en la comunicación digital. Si no es una comunicación directa, en ejemplo únicamente en redes, como reacciones, no tiene tanto influencia sobre el amor como tal sino más el pensamiento sobre los imaginarios que las personas tienen sobre la definición del amor como tal, pero no directamente sobre los sentimientos de las personas, no con la misma intensidad, no con la misma potencia.
El amor digital todas las veces no puede ser considerado como reemplazo del amor físico sino un complemento a ese amor en esencia, el impacto de la tecnología en el amor es innegable y es muy avanzado. Las plataformas digitales nos mantienen conectados de manera constante, aplicaciones mencionadas como Facebook, Instagram y X generan la facilidad para conocer a nuevas personas, nos dan la opción de mostrarse tal y como es o incluso modificar algo.
Según Ian Urrego, específica y enfatiza que se ha perdido la magia de amar de manera efímera, del dar y recibir, ya que se puede conseguir con facilidad, como una pareja en aplicaciones de digitalización como Tinder, hasta el punto de terminar consumiendo a los demás. El ser humano se convierte en una persona consumista, esto lleva a que se tengan problemas como la depresión y la ansiedad. El uso de las redes sociales puede distraer la atención y tiempo dedicado a la pareja, ya que ha tomado mucha fuerza la interacción virtual y esto genera ruidos en la comunicación física.
Dependiendo de la interacción en redes, puede generar una dependencia de la validación en línea, se busca lo constante de la otra persona a través de un me gusta, un comentario y afecta de alguna u otra forma a la autoestima de la persona que busca una aprobación contante al igual que puede llegar a un bienestar emocional por una fuente de apoyo, una reducción de estrés, resiliencia, felicidad y satisfacción.
Por otro lado, aunque las redes sociales brindan mayor conectividad, aumenta el sentimiento de incertidumbre y ansiedad, la exposición constante en una red social genera comparación e inseguridad. Las relaciones en línea pueden tener bastantes desafíos como la distancia, la comunicación limitada, tentación a la infidelidad y falta de intimidad.
Valentina Mendoza, expone en el artículo El amor y la era digital dossiernet que la era digital ha llevado a explorar nuevas formas de relacionarnos en el mundo virtual especificando el amor, pueden parecer efímeras y superficiales, no hay que dejar de lado lo real y lo físico, separar la vida normal, física y virtual.
Las redes sociales en el amor pueden brindar alternativas como conocer personas con interesas comunes, conexión constante a través de un mensaje, audio, llamada, fortalecer la conexión emocional por medio de ese vínculo permanente que se está teniendo con las otras personas siempre y cuando se mantengan los aspectos fundamentales como la sinceridad, respeto, establecer límites, diferenciar la vida física de la virtual, no idealizar o tener expectativas poco realistas. La era digital ha traído una innovación en cómo se expresan los sentimientos, el amor en su esencia ofrece desafíos y elecciones para conectar con una persona de manera única y diferente.
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